martes, 18 de septiembre de 2012

¿LA CASA POR EL TEJADO???

LA IMPORTANCIA DE EMPEZAR LA CASA POR LOS CIMIENTOS

En el deporte, y en este caso en el ciclismo, al igual que en la construcción conviene empezar a construir la temporada cimentada en una base sólida capaz de sustentar los entrenamientos más duros y un estado de forma óptimo más duradero.

Debemos ver nuestro preparación física como una casa en construcción, a la cual nuestros entrenamientos deben ir dando forma piramidal, en el que las intensidades más bajas se llevan la parte más importante de nuestro tiempo y según vamos subiendo en la escala de intensidades concederemos menos tiempo, que no menos importancia.

Los llamados “kilómetros basura” son los que a la postre nos van a permitir tener una mejor recuperación de los entrenamientos de calidad, así como de las carreras más exigentes. De igual modo, mejoraremos la asimilación de las cargas de entrenamiento de manera ostensible si anteriormente hemos realizado un buen trabajo de base a intensidades bajas.

La mejor cura para el llamado “sídrome del cicloturista” (muy suave en terrenos llanos y en los puertos “el último paga ronda”) es trabajar de forma ordenada y progresiva las diferentes intensidades en las que dividimos las cargas de entrenamiento. Dando mayor importancia a comienzos de temporada al las intensidades más baja (umbral aeróbico) y más adelante haciendo un mayor trabajo a intesidades medias (umbra anaeróbico). Utilizando las más altas intensidades para conseguir un poco de chispa.

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