He tenido la suerte de conocer el ciclismo desde un punto de vista desconocido por mi hasta ahora. He trabajado de auxiliar (chico para todo) en un equipo aficionado en una vuelta. Ha sido increible de todos los detalles que se te escapan cuando ves el ciclismo desde la tele o en directo, cuando estas únicamente en calidad de espectador.
Tomando parte en el día a día, conviviendo con los ciclistas y entablando pequeñas conversaciones y con el ojo clínico que te da la experiencia (a mí en eso me ayudaron un poco) eres capaz de preveer más o menos de lo que va a hacer el ciclista en la etapa, si va a andar bien, mal o regular. En fin, muchísimas cosas que en otras circunstancias se te pasan por alto.
Además, soy consciente de la suerte que he tenido, ya que he convivido en un grupo increíble, tanto los ciclistas como los auxiliares y técnicos gozábamos de un ambiente distendido, serio a la hora de trabajar y bastante cercano (debido a los días de convivencia, es inevitable).
He quedado maravillado. Ggracias a esta experiencia valoro aún más el trabajo de los ciclistas y de todo el equipo que les rodea. El sufrimiento que padecen etapa tras etapa, la resistencia física y psíquica de la que hacen gala, de cómo se valora el esfuerzo del deportista (ES EL ÚNICO DEPORTE QUE CONOZCO QUE MIMA A LOS DEPORTISTAS COMO SE MERECEN), la alegría del trabajo bien hecho, las lágrimas de la mala suerte, caidas...
Por todo esto y por más, y tal y como me dijo una enfermera que hacía la cura a un ciclista después de una aparatosa caída, MENOS MILLONES A LOS FUTBOLISTAS Y MÁS A LOS CICLISTAS (Y OTROS DEPORTISTAS)!!!!
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